La semana pasada el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, planteaba peatonalizar el Paseo de Sarasate, una vieja idea que ya los comerciantes del Casco Antiguo vinculaban hace más de 20 años a la construcción de un gran parking bajo el suelo del anden central. No se construyó el parking que los comerciantes demandaban en esta zona de borde entre el Casco Antiguo y el Ensanche, como tampoco se ha construido, todavía, el otro parking demandado por la Asociación, el de las huertas de Santo Domingo. Sí se construyó, en cambio, el parking de la plaza del Castillo.
Finalizado el parking de la plaza del Castillo, volvió a abrirse el debate sobre el parking de Sarasate y su consiguiente peatonalización. No se consideraba oportuno, desde el Ayuntamiento, construir otro parking con rotación, pues estaba recién construido el de la plaza del Castillo y El Corte Inglés iba a contar con el suyo propio, y se nos llegó a plantear que el de Sarasate sólo fuera de uso vecinal. Pero sufrir un largo período de obras (el de la plaza del Castillo costó 3 años) y quedar incomunicado durante mucho tiempo por dos de sus 3 principales vías de acceso (las calles San Miguel y Comedias) sin ningún beneficio palpable para el comercio del Casco (pues iba a ser sólo vecinal) no era una opción deseable para nosotros.
En el año 2006, la Asociación Casco Antiguo planteaba peatonalizar el Paseo pero manteniendo el paso del transporte público. En octubre de aquel año logró que el pleno municipal aprobase por unanimidad una propuesta de acercamiento de las líneas de transporte urbano comarcal al casco antiguo que quedó en papel mojado. Ese mismo año, el Ayuntamiento gastó 400.000 euros en renovar la pavimentación del Paseo y cinco años más tarde otro tanto en modificar la apariencia de los jardines.
Una idea como el de la peatonalización de Sarasate, que en principio podría ser positiva, debería ser puesta en cuarentena o al menos someterla previamente a un profundo y sosegado debate social y político, con el fin de despejar algunas dudas o cuestiones de enorme importancia para el Casco.
En primer lugar, deberíamos saber cómo quedaría el acceso del transporte público al Paseo (ya tenemos la amarga experiencia del alejamiento del transporte público a Cortes de Navarra, tras la peatonalización de la plaza del Castillo) y en segundo lugar, habría que valorar qué afectación directa tendría, a corto plazo, las obras sobre la actividad económica del Casco en un momento de gravísima crisis económica como la que vivimos.
No basta con peatonalizar para revitalizar una zona. Ahí tenemos los ejemplos de algunas calles del Casco. El paseo de Sarasate es hoy una zona difícilmente equiparable al Boulevard de San Sebastián. No es un espacio atractivo por sí mismo. Supone una brecha, una ruptura en el continuo comercial del Casco y el Ensanche. La gran mayoría de locales del Paseo los ocupan entidades financieras que no creemos tengan a corto plazo intención de dejar paso a actividades comerciales u hosteleras «de postín» que den vida a la zona. Ya en el año 2006, la Asociación pidió una moratoria para la instalación de entidades financieras en algunas zonas del centro, entre ellas Sarasate. Tuvieron que pasar 3 largos años para que dicha moratoria entrase en vigor.
En conclusión, esperamos que antes de emprender ninguna acción, el Ayuntamiento hable con todos los agentes implicados, previendo, en un proyecto perfectamente definido, todos los aspectos y cuestiones que preocupan, sobre este tema, al Casco Antiguo.