Todo el mundo asocia “La Golosina” con dulces, y sobre todo con disfraces, pero “La Golosina” es mucho más que eso y para descubrir esas otras facetas, igualmente importantes de la tienda,  quedamos una mañana con Sonia y Sergio Barcos, segunda generación de un negocio familiar que hunde sus raíces casi medio siglo atrás.

Inicios

Empezamos hace 45 años, en 1971,  en la calle San Lorenzo, -comienza contándonos Sonia-, el Bazar 1X2, que así se llamaba la tienda,  se encontraba casi enfrente del Erburu en una calle, entonces, de mucho  movimiento comercial. Mis padres comenzaron vendiendo  chucherías, gominolas, luego también juguetes y como vieron que aquello se les quedaba corto fueron introduciendo paulatinamente diferentes artículos, y entre aquellos artículos pronto se introdujeron los artículos de broma que tanta fama nos han dado.  Allí sellaban, además,  quinielas y  cambiaban novelas y tebeos. Estuvieron en San Lorenzo muchos años. En la misma calle abrieron, en aquel tiempo, algún otro negocio y posteriormente una bisutería, de ahí que desde entonces tengamos también bisutería como una de las ramas importantes del negocio. Mi padre era muy emprendedor, recuerda Sonia, y un buen día, como aquellos locales de San Lorenzo se les quedaban pequeños, buscaron y cogieron en traspaso, un amplio local en la calle San Saturnino, en lo que anteriormente y  durante muchos años había sido la Sastrería Rocamador. Allí pasamos todo y permanecimos  cuatro años, desde 1991 hasta 1995, fecha  en que nos trasladamos a la Calle San Antón en donde estamos desde hace 21 años.

Pioneros en Internet

Sergio nos recuerda que la primera tienda de productos de fiesta y de carnaval en Internet en España fue La Golosina. Fueron pioneros en la venta on line, allá por 1997, cuando ni siquiera los propios bancos sabían muy bien como organizar  una pasarela de pago en aquel incipiente comercio electrónico que comenzaba a despuntar en nuestro país.

Más allá de los disfraces y la fiesta: el mundo de la boda, la bisutería

Ofrecemos muchos más productos y trabajamos otras líneas de negocio mucho mas allá del mundo de  los disfraces y de  la fiesta, continúa Sonia. Por ejemplo, llevamos en el mundo de las bodas más de 20 años, lo que sucede es que, al final,  acaban relacionándote más con los disfraces que con otra cosa, pero nosotros hacemos detalles de boda, nos encargamos de muchos de los aspectos que  conlleva este evento tan importante: desde el “candy bar” que es un montaje de chucherías para las bodas  muy bonito que,  o bien se lo llevan los clientes o se lo montamos nosotros, los novios de la tarta, elementos para el photocall, cojines, cestas, broches, pendientes, complementos para la boda, etc. En Noviembre estuvimos en la Navarra Wedding Weekend, la Feria de las Bodas. Queremos apostar muy fuerte por el mundo de los novios.

Además del mundo de la boda trabajamos, también,  el mundo de la bisutería, siempre bisutería de calidad, con marcas como Cyclon, Pertegaz, Estigma, etc, o sea marcas españolas, con productos de calidad fabricados aquí. No solo vendemos sino que también ofrecemos servicios complementarios, como por ejemplo arreglos de bisutería, con precios ajustados (contamos con taller propio), pasamanerías, etc.

Perfil del cliente

El perfil del cliente de la tienda es tan diverso como los productos que vendemos. Es un error identificar fiesta o juerga con juventud, nos puntualiza Sonia. Tenemos todo tipo de público en esta tienda. No hay límite de  edad para pasárselo bien.

La magnitud de artículos diferentes que se puede llegar a encontrar y comprar en esta tienda no tiene parangón en el Casco Antiguo. Sus décadas de experiencia, su conocimiento del producto, el asesoramiento al cliente (bodas, fiestas, etc)  convierten a La Golosina en una apuesta segura.

Fotos realizadas por Blumun